La correcta circulación del agua de tu piscina garantiza el óptimo desempeño de los tratamientos químicos a la hora de desinfectar el agua. Si el agua de tu unidad acuática no circula correctamente, los productos químicos no podrán hacer bien su trabajo.

Así como una gota del mar no contiene todos los componentes que se encuentran en el océano, una muestra de agua de tu piscina que está en los niveles correctos no quiere decir que toda la masa de agua de tu piscina cumpla con los estándares de calidad.

Cuando hay puntos muertos en la circulación del agua de tu unidad acuática el sistema de filtración no puede recoger los desechos y los agentes contaminantes, y el tratamiento químico tampoco puede llegar con efectividad hasta dichos puntos.

Por eso es fundamental que tu piscina mantenga el agua en constante movimiento, para que los productos químicos puedan cubrir cada centímetro cúbico del volumen del agua de tu piscina.

La correcta circulación del agua de tu piscina facilita la eliminación de las bacterias, las algas y los demás microbios que están presentes en tu unidad acuática.

El buen desempeño del sistema de filtración y la dosificación adecuada de los productos químicos disminuyen casi en su totalidad los agentes contaminantes del agua. El correcto funcionamiento de ambos aspectos permite que la desinfección perdure por mucho más tiempo.

Para que haya una completa desinfección en cada porción del agua de tu piscina esta debe permanecer en constante movimiento todo el tiempo, yendo de arriba a abajo y alrededor de los bordes del vaso de la piscina de tal forma que los tratamientos químicos puedan circular todo el tiempo.